El boro (B) es necesario para las plantas durante todo el periodo de vegetación. El boro de las plantas es inmóvil, así que el estado de las plantas viene determinado por la obtención constante de este oligoelemento. El molibdeno tiene un efecto positivo en el crecimiento de los cereales y los cultivos en hileras. Las plantas leguminosas requieren más molibdeno que otras plantas para un crecimiento normal. En las raíces de las leguminosas las bacterias fijadoras de nitrógeno utilizan el molibdeno para los procesos de fijación del nitrógeno procedente del aire.

El complejo de boro y molibdeno como nutriente mejora el sistema inmune de las plantas. Las plantas necesitan boro y molibdeno durante todo el período de vegetación; no pueden reemplazarse con otros elementos. La sequía, la falta de humedad, las bajas temperaturas y el exceso de lluvia en un plazo de tiempo corto son factores que provocan la deficiencia de boro. La deficiencia de boro aparece debido a un desequilibrio entre el boro y el calcio y por el bajo contenido de sustancias orgánicas en el suelo. El calcio inhibe la absorción del boro en suelos alcalinos.